Internacionales
Asunción, Paraguay, Lunes 20 de Agosto de 2007
Los militares patrullan en Perú para frenar saqueos
PISCO, Perú (AFP). Militares y policías peruanos armados con fusiles intensificaron el patrullaje para poner fin al pillaje y la inseguridad desatados tras el sismo que dejó más de 500 muertos, mientras los socorristas seguían una febril búsqueda, cada vez más pesimista, de sobrevivientes.
La multiplicación de robos y saqueos en Pisco, Chincha e Ica, las ciudades más destruidas por el violento terremoto del miércoles, obligó al Gobierno a redoblar la vigilancia y enviar 600 soldados más a estas zonas, de forma progresiva, para realizar patrullas junto a la policía.
Unos 400 soldados, armados con fusiles Galil y AK-47, ya patrullaban las ciudades más afectadas por el terremoto, que tuvo una magnitud de 7,7 grados Richter, y de 8 en la escala de magnitud del momento (Mw) que mide la energía generada por el sismo.
El presidente peruano Alan García, que se encuentra desde el jueves en la ciudad costera de Pisco, amenazó con decretar un toque de queda a raíz del vandalismo, que ha generado una difícil situación de orden público.
García dio “la orden de actuar con la mayor severidad” frente a los saqueadores.
Como muestra del estado de seguridad y nerviosismo, rescatistas españoles debieron suspender por minutos su labor de remoción de escombros al escuchar 12 disparos el sábado en la noche, por lo que pidieron mayores garantías para desempeñar su trabajo.
La noche del sábado estuvo marcada también por una nueva réplica que alcanzó una magnitud de 5,5 grados en la escala de Richter, la más fuerte entre las 480 réplicas registradas desde el terremoto del miércoles.
Mientras tanto en la cercana Chincha, un grupo de personas intentó tomar por asalto el hospital de esa localidad pensando que ahí se acopiaban alimentos para los damnificados, dijo a la AFP el director del centro de salud, Jorge Barrera.
Uribe visita zona dañada
LIMA (EFE). El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, ofreció toda la experiencia de su país en desastres naturales, luego de llegar ayer a la ciudad de Pisco, la más afectada por el terremoto que el pasado miércoles azotó Perú.
“No queremos sino ponernos a su disposición y a la del pueblo peruano. El único sentimiento que hay es el de hermandad en estas horas de tanto dolor”, declaró Uribe a la prensa.
Junto a la delegación gubernamental colombiana viajan 12 médicos, 18 socorristas, varios funcionarios de la Cruz Roja y se desplazarán otros 3 médicos psiquiatras a la zona de desastre en las próximas horas.
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