Las sedes de dos alcaldías incendiadas, toque de queda en un municipio de Nariño y disturbios de manifestantes inconformes con los resultados electorales, es el balance con el que cierran las elecciones regionales en el país.
En Ciénaga de Oro, Córdoba, una turba prendió fuego a la alcaldía del municipio, en protesta por presuntas irregularidades en las elecciones.
En Cimitarra, Santander, tambien unos 400 manifestantes incendiaron el edificio de la alcaldía y un hotel, en protesta por presunto fraude electoral.
En el municipio de Aquitania, en Boyacá, manifestantes enardecidos generaron disturbios en la municipalidad, los cuales tratan de ser controlados por la policía.
En Nariño se presentan disturbios en los municipios de Sandoná y el Tablón de Gómez, y en Chachagüí se decretó el toque de queda.
En San Antonio de Tequendama, Cundinamarca, los habitantes destruyeron las urnas de tres de las nueve mesas de votación que se instalaron en esa localidad. Según el personero local, Iván García, varias personas ingresaron al colegio de Santandercito y desocuparon los votos de las urnas y se registraron disturbios.