NAIROBI (Reuters) - Los kenianos fueron a las urnas el jueves para elegir nuevo presidente y parlamento con retrasos en algunos colegios y acusaciones del principal candidato de la oposición de que el Gobierno está intentando amañar el resultado.
Al amanecer, miles de personas, desde las húmedas zonas costeras a las barriadas más pobres o las frondosas tierras altas acudieron en masa a votar, formando largas colas en los colegios electorales, fuertemente vigilados por policías armados.
Los comicios presidenciales - que están tan ajustados que los analistas no se atreven a hacer una predicción - enfrentan al presidente de 76 años Mwai Kibaki contra el líder de la oposición y antiguo aliado Raila Odinga, de 62.
Kibaki, cuya Coalición Nacional del Arco Iris destronó en 2002 al partido que había gobernado el país durante 24 años, puede perder la reelección a pesar de la buena trayectoria económica y el apoyo de su tribu, los Kikuyu, la más numerosa de Kenia.
Muchas personas comenzaron a hacer cola hasta tres horas antes de que los centros electorales abrieran a las 6 a.m. (03:00 GMT), pero los retrasos motivaron el enfado en algunas zonas, incluyendo el distrito de Odinga, Langata.
"Hay tanta gente aquí, es muy caótico", dijo a Reuters el jefe de la misión de observadores de la Unión Europea, Alexander Graf Lambsdorff, que pidió que la votación se extendiera un par de horas más.
Odinga se quejó a la comisión electoral al comprobar que su nombre no estaba en el registro de votantes.
"Creo que este es un intento deliberado de quitarme de en medio", declaró a la cadena de televisión KTN. "Si no se resuelve rápidamente, wanainchi (el pueblo) se tomará la justicia por su mano".
Este antiguo prisionero político durante el mandato del predecesor de Kibaki, Daniel arap Moi, ha reunido el apoyo de varios grupos étnicos hartos del control de los Kikuyu.
Los analistas dicen que la posibilidad de un segundo cambio en el poder en dos elecciones demuestra la madurez de la democracia keniana. Otros temen que aumente las posibilidades de disturbios.
El partido de Ondinga acusó en la víspera a la coalición gubernamental de preparar un fraude, pero el observador de la UE dijo que hasta ahora no han visto ninguna irregularidad, sino "un enorme entusiasmo".
Kenia tiene una reputación de paraíso de la estabilidad en una región volátil, pero tiene una larga historia de violencia electoral.
Kibaki espera que el crecimiento anual récord del cinco por ciento le mantenga otros cinco años en el poder, pero Odinga le acusa de no haber terminado con la corrupción.
Las urnas se cierran a las 5 p.m. (14:00 GMT) y se esperan los primeros resultados oficiales para el viernes.
/Por Katie Nguyen y George Obulutsa/
URL del artículo:http://www.swissinfo.ch/spa/swissinfo.html?siteSect=105&sid=8571291