El Jefe de
Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Aníbal
Fernández, salieron a respaldar hoy la decisión del gobernador
de Jujuy, Eduardo Fellner, de relevar a las autoridades
policiales de Libertador General San Martín tras la trágica
pueblada de ayer que dejó un joven de 20 años muerto, un
agente de seguridad baleado y otras 40 personas heridas.
"La protesta social debe contenerse, pero de ningún modo
reprimirse de esta forma", subrayó esta mañana Alberto
Fernández y recordó que el gobierno del presidente Néstor
Kirchner "ha dicho hasta el cansancio que la protesta
social no debe ser objeto de criminalización".
En declaraciones a radio Mitre, el jefe de Gabinete sostuvo que
en hechos como los ocurridos o en otros similares, "hay que
moverse con mucha prudencia, con mucho cuidado, y también
reeducar a ciertas fuerzas de seguridad que han tomado como método
la represión".
"Fellner nos comentó que ha habido un manejo claramente
indebido de la policía de Jujuy y él tomó una actitud muy
firme para los miembros de la comisaría donde ocurrieron los
hechos", resaltó.
En el mismo sentido se pronunció el ministro del Interior. Aníbal
Fernández coincidió con su colega en "acompañar" la
actitud de Fellner y sostuvo que hay que "insistir en que
la justicia actúe con la máxima rapidez para determinar los
responsables de esta particular situación y ver cómo se
contiene sin ningún tipo de conflicto mayor".
"Todo este tema está en manos del juez de Jujuy Argentino
Juárez que está trabajando con mucha celeridad y
responsabilidad", señaló Aníbal Fernández y resaltó
que desde la Nación "estamos viendo muy de cerca cada una
de las acciones y continuando de cerca con el propio gobernador".
La violenta protesta se desató cuando un grupo de manifestantes
que marchaban hacia la comisaría 39 de la localidad de
Libertador General San Martín -para reclamar el esclarecimiento
de la muerte en la cárcel de Cristian Ibáñez- fueron
reprimidos por la Policía. En los enfrentamientos, Luis
Cuellar, un piquetero de 19 años, resultó muerto. Además, el
episodio derivó en robos a un supermercado, a una sala de
primeros auxilios y destrozos a varios autos.
Los familiares de Ibañez, militante de la Corriente Clasista y
Combativa, rechazaron el informe policial que dice que el
muchacho ingresó ebrio, se peleó con otros presos y luego al
ser puesto en una celda se colgó con un cordón de sus
bermudas. Hoy, su cuerpo fue exhumado para comprobar si, como
dice la Policía, se “suicidó”.
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