Una marcha
para pedir el esclarecimiento de la muerte de un joven que
apareció colgado en una celda de la comisaría 39ª de
Libertador General San Martín —una localidad ubicada a 106
kilómetros de la capital jujeña— derivó en una batalla
campal en la que perdió la vida un muchacho de 19 años.
El enfrentamiento entre policías y manifestantes, que se
extendió desde las 21.30 del jueves hasta cerca de las 4 de la
madrugada de ayer, dejó como saldo la destrucción del
destacamento policial, cuatro vehículos particulares y un
patrullero incendiados y saqueos en una sala de primeros
auxilios y un supermercado. Unas 40 personas resultaron heridas
—entre ellos, varios policías, tres de los cuales fueron
hospitalizados— y hubo 30 manifestantes detenidos. Por la
gravedad de los hechos, el gobernador Eduardo Fellner confirmó
el relevo de toda la cúpula de la Unidad Regional 4 y del
personal de la comisaría 39ª, al tiempo que abogó para
mantener "la paz social".
El detonante
El jueves último, cerca de las seis de la tarde, familiares y
amigos de Cristian Gabriel Ibáñez (20) partieron de la iglesia
San Francisco de Asís, en Libertador General San Martín, hacia
la Unidad Regional 4 de la Policía, donde exigieron conocer el
avance de las investigaciones por la muerte de Ibáñez, quien
según la versión oficial se había suicidado el sábado pasado
en una celda de la comisaría 39ª.
El joven había sido detenido ese día —aparentemente borracho—
cuando protagonizaba una pelea callejera. Según la Policía, Ibáñez
se golpeó en la cabeza con una botella en el momento del
arresto, por lo que fue llevado al Hospital Oscar Orías para su
atención. Tras recibir los primeros auxilios, fue trasladado a
la comisaría y, allí, alojado en una celda. A las pocas horas
apareció colgado con el cordón de su bermuda y la causa quedó
caratulada como suicidio.
Lo cierto es que en la Regional 4 se produjeron los primeros
incidentes. Disconformes con la respuesta de las autoridades
policiales, los manifestantes arrojaron piedras y botellas.
Luego marcharon hacia la seccional 39, donde se le sumaron
desocupados de la Corriente Clasista y Combativa. Mientras los
familiares de Ibañez permanecían en el interior de la comisaría,
comenzaron las escaramuzas. A las piedras, los agentes
respondieron con gases lacrimógenos y disparos de "balas
de goma", según declaró el jefe de la Policía jujeña,
Carlos Carrizo Salvadore.
En medio de una gran confusión, resultó herido Marcelo Cuellar
(19). El muchacho, que estudiaba en la Escuela de Comercio 6 y
estaba enrolado en la Corriente Clasista Combativa, recibió
tres disparos. El juez Argentino Juárez declaró ayer en una
conferencia de prensa que el chico fue llevado por sus
familiares a la Clínica Ledesma, donde a pesar de los esfuerzos
de los médicos murió las 3.10 de ayer. El magistrado dijo que
todavía no se conocían los resultados de las pericias que
permitirán establecer el calibre de los proyectiles y de qué
arma se realizaron los disparos.
Los manifestantes también destrozaron y saqueron la salita
sanitaria lindera al destacamento: se llevaron el nebulizador y
dejaron en la calle la estufa esterilizadora. La furia también
arrasó con el supermercado Comodín: se llevaron cubiertas y
los premios de la promoción "Día de la Madre".
Familiares y amigos de Ibañez y Cuellar se movilizaron
nuevamente anoche por las calles de Libertador General San Martín,
donde la tensión no había desaparecido.
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