Veinticuatro horas después de los desmanes en la estación ferroviaria
de Haedo, permanecían detenidos y a disposición de la Justicia de Morón
77 personas, entre ellas una mujer.
La mayoría quedó a disposición de la Justicia federal y están
involucrados por cortes de vías, daño de vagones ferroviarios y lesiones
contra personal policial. Son 64 entre pasajeros y quienes se aprovecharon
del tumulto para realizar actos de pillaje.
También quedaron 13 detenidos sospechados de participar en los saqueos a
comercios —cometidos fuera de la estación— y quedarían a disposición
de la justicia de Instrucción. En la misma comisaría permanecieron,
hasta ayer, 8 menores de edad cuya responsabilidad en los hechos deberá
ser evaluada judicialmente por los tribunales especiales. Casi todos están
alojados en la comisaría 2ª de Haedo.
La nómina del Ministerio de Seguridad no registra la aprehensión de ningún
sindicalista. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, denunció a
los dirigentes Edgardo Reinoso y Armando Vivas como principales impulsores
de la violencia en la estación oeste del ferrocarril.
Mientras tanto, en el Hospital de Haedo continuaban internados un
bombero, una mujer policía y un vecino que terminaron con heridas leves
durante una protesta que culminó con 15 vagones de la empresa TBA
incendiados y las instalaciones de la estación del ferrocarril destruidas.
Entre los lesionados atendidos en Haedo estuvo el jefe de la Departamental
de Morón, Julio García.
En principio en ese hospital habían sido atendidas 21 personas que
sufrieron distintas heridas, aunque ninguna de gravedad, durante los
disturbios producidos el martes a la mañana en la estación.