Los saqueos arrasaron con los grandes comercios paceños
RECURSOS. El edificio de la ex Comibol también atacado por la turba
La Prensa/La Paz
Las instalaciones de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) no se salvaron del hampa que aprovechó la ausencia del control policial para cometer delitos.
Todos los vidrios de las ventanas de la planta inferior de la fábrica están rotos. La situación hubiese sido más dramática, sin la intervención de los trabajadores de la CBN que defendieron las instalaciones.
Los trabajadores armados con botellas y latas desechables pelearon contra los enfurecidos jóvenes vándalos que forzaron las rejas para ingresar al interior de la empresa.
Sólo defendían su fuente de trabajo, indicaron los empleados. “No iban a permitir que la gente del mundo negro les arrebate todo el sacrificio de su vida?.
Los ejecutivos de la CBN evalúan las pérdidas que se registraron por los destrozos de la instalación y por las botellas que fueron utilizadas por los empleados para asustar a los delincuentes.
A la comercializadora Ismar, ubicada entre las calles Socabaya y Mercado de la ciudad de La Paz, sólo le quedan los rastros del humo y los gases lacrimógenos, después de que una turba de vándalos ingresara el miércoles en la noche para saquear y llevarse juguetes, electrodomésticos, ropa, perfumes, entre otros.
La enardecida turba, conformada en su mayoría por muchachos, no se conformó con robar la mercadería, además prendió fuego a la instalación que corre el riesgo de derrumbarse.
Los ejecutivos de Ismar aseguran que la empresa ha perdido unos cuatro millones de dólares, que fueron invertidos en mercadería y la infraestructura.
Como la convulsión social se desató debido a la propuesta gubernamental de aplicar el impuesto al salario a partir de los 880 bolivianos, Ismar planteará a la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) que se analice cómo puede el gobierno apoyar a las compañías comerciales que sufrieron el ataque del vandalismo.
Los dueños de Ismar, tras ver las ruinas de la tienda que generó más de 50 empleos directos, en medio del desasosiego y la impotencia, sólo atinaron a cubrir con calaminas de metal y cartones, lo que antes eran las vidrieras y puertas de este centro comercial, uno de los más antiguos en Bolivia.
Según uno de los representantes de Ismar, Boris Salas, el país está viviendo un caos y un gran convulsión social de la cual se están aprovechando los vándalos que están atentando contra el comercio formal establecido.
Dijo que el consolidar una empresa es un gran sacrificio y una gran inversión que se esfumó en pocas horas.
Las entidades financieras también fueron víctimas de los antisociales en las ciudades de La Paz y El Alto.
Los bancos más afectados fueron el BancoSol, Nacional, Mercantil y la Financiera Acceso.
También el Banco de Crédito sufrió daños en sus instalaciones.
Cuatro cajeros del Banco Santa Cruz dos en la ciudad de La Paz y dos en El Alto fueron arrancados de “raíz” por los vándalos que se los llevaron ante la vista de perplejos testigos.
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