Destrozaron edificios públicos y privados
Pérdidas. Estantes y documentos del Ministerio de Trabajo envueltos en llamas
La Prensa/La Paz
Descontrol y rabia. Esos sentimientos se vieron en los rostros de la gente movilizada ayer. La molestia era contra quienes administran el gobierno: dirigentes políticos y sus partidos.
La primera expresión del enojo fue el haber apedreado el Palacio de Gobierno antes del mediodía. Por la tarde, decenas de personas se organizaron en un grupo de choque que terminó por detrozar las sedes de los partidos políticos tradicionales.
Luego de pasar por los edificios del Ministerio del Trabajo y la Vicepresidencia, los jóvenes ya organizados se dirigieron hacia el edificio de la Unidad Cívica Solidaridad.
La sede ucesista ardió frente al Ministerio del Trabajo, sobre la calle Mercado, sin que nadie pudiera evitar el siniestro.
A las 17:45, cientos de manifestantes llegaron hasta la Casa Rosada, cuartel general del MNR, para vaciarla por dentro antes de quemarla. Algunas personas aprovecharon para calificar como “asesino” al Primer Mandatario en graffiti escritos en las paredes de esa sede partidaria.
Media hora más tarde, otro grupo de choque llegó nuevamente hasta la Casa Rosada, esta vez para acabar con los documentos, muebles, computadoras, equipos de sonido y aparatos telefónicos. Todo fue lanzado a la hoguera desde una ventana del tercer piso del edificio.
Nada pudo evitar el asalto a la sede emenerrista. Ni siquiera los policías del penal de San Pedro que a dos cuadras de distancia sólo observaron el hecho.
El siguiente objetivo fue la casa del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), sobre la 20 de Octubre. Sin sentir ninguna resistencia, los jovenzuelos tumbaron la puerta para sacar afuera todos los muebles que podían arder. El interior de la sede mirista también quedó en llamas, casi nada se pudo rescatar.
Finalmente el imponente edificio de la Casa de la Democracia, de propiedad de Acción Democrática Nacionalista (ADN), fue incendiado por dentro. Ni bomberos ni ninguna otra ayuda pudo llegar hasta esa sede partidaria que a las 22.00 todavía no terminaba de consumirse en las llamas. En cada uno de los asaltos, los protestantes llevaban la consigna de renuncia del Presidente.
De forma simultánea a los incendios del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Viceministerio de Hacienda, en la Cárcel de San Pedro, los reos empezaron a exigir a sus carceleros que abran las puertas de ese penal. Ante la negativa policial, los presos se organizaron y decidieron incendiar el salón jurídico de la universidad que tiene ese penal, dependencia hubicada
sobre la puerta de ingreso. La guardia policial se encontraba desesperada
porque Bomberos no llegaba al lugar.
Archivos históricos incendiados Una turba enardecida incendió la Vicepresidencia, un antiguo edificio republicano.
Una gruesa humareda se desprendía del edificio construido en los albores del siglo XX, a 200 metros del presidencial Palacio Quemado, que ardió en llamas ante la ausencia del policial cuerpo de Bomberos amotinado junto a otras unidades de la institución, en demanda de mejores retribuciones.
El fuego carcomíó el ala derecha y amenazaba con expandirse a casas contiguas.
El edificio, que guarda un archivo histórico y la más importante hemeroteca del país, con ejemplares desde 1820 y en el que laboran unos 40 empleados, estaba desierto.
Los civiles, en su mayoría adolescentes de extracción humilde, azuzaban el fuego mientras gritaban consignas contra el presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada,
y saqueaban el recinto también apedreado, constató la prensa en el lugar.
Igual suerte corrió el edificio del Ministerio de Trabajo. |