Tensión en Cochabamba; Tarija y Sucre verán bloqueos
Protesta. Hubo tomatazos y un intento de toma de la Prefectura cochabambina, pero los disturbios no se generalizaron
Diarios de la red
Hay tensión en Cochabamba. Al grito de que a la Policía Nacional le quedan dos caminos: unirse al pueblo o ser su asesino, los clases y suboficiales de la Policía de esa capital aplaudieron y alzaron sus armas al paso de la marcha multitudinaria de trabajadores y campesinos cumplida ayer por la mañana a convocatoria del Estado Mayor del Pueblo y que derivó en el bloqueo de varias calles durante toda la tarde.
Los policías de baja graduación determinaron ayer no levantar el "acuartelamiento" hasta que el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada atienda su pliego de peticiones.
Al extinguirse el impuestazo, los uniformados exigen un incremento salarial de 40%, superar la demora en el pago de sueldos, una dotación de víveres y uniformes en el país.
Por su parte, Oscar Olivera, integrante del Estado Mayor del Pueblo Boliviano, comunicó que los sectores están organizando los bloqueos en la ciudad y el campo, la huelga general indefinida y movilizaciones en las ciudades, "hasta lograr la renuncia de los gobernantes".
Por otra parte, en Sucre, después del anuncio de Sánchez de Lozada, representantes de distintos sectores opinaron que esa decisión debía haber sido tomada antes de que se produjeran los enfrentamientos y las muertes registradas ayer en La Paz.
Autoridades, empresarios y dirigentes sucrenses manifestaron ayer su pesar por la violencia y reclamaron por la falta de consenso antes de la presentación del Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación (PGN).
La Central Obrera Departamental tarijeña, inicia el paro anunciado para hoy, según manifestó el dirigente de la COD, José Rivera, posterior a la marcha y al anuncio presidencial.
En Potosí, las instituciones y el pueblo potosino cuestionaron al gobierno y responsabilizaron de los violentos sucesos de ayer a la incapacidad de sus ministros para dar respuesta a la grave crisis económica que azota al país.
Mientras tanto el dirigente cívico, René Navarro, fue más claro al señalar que una de las cabezas visibles en cuanto a la defensa de la enajenación de las empresas, al margen de Sánchez de Lozada, es el actual ministro de gobierno Carlos Sánchez Berzaín, quien debe renunciar a su cargo, dijo.
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