(Actualiza con declaraciones del gobierno y datos)
Por Ignacio Badal
SANTIAGO, sep 12 (Reuters) - La conmemoración del 30 aniversario del golpe militar en Chile, que transcurrió en un ambiente de tranquilidad durante el día el jueves, derivó en la noche en violentos disturbios, incluidos saqueos, fogatas y tiroteos en la capital y otras ciudades del país.
Los homenajes al derrocado presidente Salvador Allende, que se concentraron en una plaza frente al palacio presidencial en Santiago, se caracterizaron por la calma y el respeto, lo mismo que los actos en favor del ex dictador Augusto Pinochet en la zona oriente de la capital.
Sin embargo, la oscuridad trajo la violencia. Según la policía, el cierre de la jornada del trigésimo aniversario del golpe del 11 de septiembre de 1973 dejó más de 300 detenidos y 24 carabineros heridos, dos de ellos bala, en todo el país.
"En los actos autorizados no hubo desmanes. Es importante reconocerlo, hubo mucha colaboración de las personas que participaron en estos actos. Sólo la violencia ocurrió, como nosotros preveíamos, en la noche del 11", dijo el jefe de la policía de Carabineros, general Alberto Cienfuegos.
El gobierno destacó que en la última semana se realizaron 65 actos autorizados en conmemoración del golpe militar que dio inicio a los 17 años de dictadura de Pinochet, en los que participaron cerca de 125.000 personas y no se produjeron incidentes.
INCIDENTES FOCALIZADOS
Los disturbios sólo surgieron durante la noche del jueves.
En Santiago, se concentraron en los barrios periféricos, donde las calles fueron virtualmente tomadas por manifestantes, en su mayoría menores de edad, que instalaron barricadas, encendieron fogatas, lanzaron piedras e incluso dispararon a las fuerzas de seguridad y saquearon tiendas.
También se produjeron cortes de energía eléctrica que dejaron sin suministro a más de 250.000 viviendas en zonas del norte, sur y oeste de Santiago, una ciudad de cinco millones de habitantes.
"Lo que ocurrió ayer (jueves) en la noche es expresión de un fenómeno social preocupante, es vandalismo desatado, sin justificación alguna, afortunadamente focalizado", dijo el portavoz de gobierno, Francisco Vidal.
De ese modo, la autoridad intentó separar el carácter pacífico de las actividades políticas en recuerdo del golpe militar, de los hechos de violencia que, según el gobierno, estaban lejos de tener alguna vinculación con la conmemoración.
Vidal explicó que se trata de grupos organizados de vándalos similares a los que actuaron con inusitada agresividad hace unos días en un estadio y en una huelga convocada por una central sindical.
La autoridad aclaró que la policía sólo se dedicó a repeler "con fuerza proporcional" los ataques de los manifestantes, sin utilizar balas ni armamento de guerra, como era tradicional que ocurriera en jornadas de protesta bajo la dictadura de Pinochet, entre 1973 y 1990.
Sin embargo, debido a la peligrosidad de algunos barrios marginales, los carabineros debieron ingresar durante la noche del jueves en tanquetas y provistos de chalecos antibalas y cascos. Pese a la protección, dos policías resultaron heridos a bala, aunque sin peligro de muerte.
Los disturbios también afectaron a ciudades del norte, como Copiapó y Antofagasta, y del sur, como Talca, Linares y Concepción, aunque fueron sofocados por la policía durante la madrugada.
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