En Quito, Ecuador, el gobierno y la oposición organizaron marchas simultáneas para protestar y defender la gestión del presidente, Lucio Gutiérrez.
Los opositores acusan al gobierno de atentar contra el sistema democrático por los cambios introducidos en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y otros organismos.
La protesta de la oposición congrega a la Izquierda Democrática, el conservador Partido Social Cristiano, y el Movimiento Indígena Pachakutik.
Por su parte, el Partido Sociedad Patriótica, que lidera el mandatario, organizó la llamada "contra marcha" con miras a eliminar lo que consideraba como cualquier intento golpista de la oposición.
Ambas movilizaciones desembocaron en la plaza mayor de la capital, donde se encuentra el palacio presidencial.
Temiendo enfrentamientos entre ambos bandos, las autoridades emplazaron unos 5.000 policías, apoyados por un contingente de militares en el centro de la ciudad.
Sin embargo, la jornada se desarrolló pacíficamente, como lo comentó a la BBC el dirigente opositor Ramiro González, prefecto de la provincia de Pichincha.
"A pesar de que el ejecutivo hizo todo lo posible por armar bronca en las calles de Quito la marcha fue un éxito y no hubo ningún desmán que lamentar", afirmó, González.
El dirigente opositor comentó que hasta 200.000 personas participaron en la protesta.
Sin embargo, el analista político Luis Eladio Proaño, dijo que la plaza mayor de Quito no puede sostener a más de 50.000 personas, que el estima estuvieron divididas igualmente para ambos bandos.
Según Proaño la oposición no obtuvo la asistencia que esperaba y, por consiguiente, salió mal librada.
"Se esperaba una réplica de lo que había pasado en Guayaquil. En Guayaquil hubo una multitud en la marcha, aquí en Quito fue todo lo contrario y el gobierno fue capaz de movilizar una multitud de gente, sino superior, igual a la que había movilizado la oposición", comentó el analista.
"Victoria de Gutiérrez"
Esto lo interpreta Proaño como una victoria para el mandatario porque la poca asistencia a la marcha opositora no pudo dar prueba de la impopularidad de Lucio Gutiérrez.
Las marchas han venido realizándose tras la destitución de 31 magistrados de la Corte Suprema de Justicia por un acto promovido por la mayoría parlamentaria oficialista.
La oposición arguyó que el Congreso no tiene facultades constitucionales para intervenir en el tribunal.
El presidente Gutiérrez, por su parte, propuso que la única salida posible a la polémica es convocar a un referendo.