Quito,EFE
La oposición y el Gobierno miden hoy sus fuerzas en las calles de Quito, aunque intentarán nuevamente solucionar en el Parlamento la crisis judicial que generó el enfrentamiento entre ambos bandos.
La Asamblea de la provincia de Pichincha empezó esta medianoche una jornada de protestas que se concentrará en la capital para exigir la destitución de los jueces de la Corte Suprema de Justicia.
El prefecto de Pichincha, Ramiro González, advirtió que la protesta será "combativa" y total, con la participación de indígenas, campesinos, sindicatos, gremios de empresarios y otros grupos opositores.
El alcalde de Quito, Paco Moncayo, anunció la paralización de la administración municipal, aunque advirtió de que grupos aliados al Gobierno pretenden generar el caos, con posibles atentados contra los servicios públicos que administra el Ayuntamiento.
González y Moncayo pertenecen a la opositora Izquierda Democrática (socialdemócrata), grupo que acusa al Gobierno de haber instigado la crisis judicial que afecta al país desde diciembre.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), el más representativo del país, también protestará hoy en Quito, con miles de campesinos llegados del interior que, además, acusan al Gobierno de intentar dividir a ese colectivo.
El presidente de la Conaie, Luis Macas, aseguró a EFE que unos 8.000 indígenas llegarán a la capital para rechazar la gestión del jefe del Estado, Lucio Gutiérrez, al que tildan de "mentiroso, traidor, incoherente y dictador".
Macas señaló que las protestas también se extenderán al interior del país, donde los indígenas preparan el bloqueo de carreteras.
Pese a que no comparte la posición de los grupos parlamentarios opositores, Macas afirmó que la Conaie busca también que Ecuador retorne al estado de derecho.
El Gobierno y la oposición han abierto un espacio de diálogo para encontrar salidas a la situación judicial, pero un principio de acuerdo entre las partes fracasó ayer, cuando una propuesta consensuada no sumó los votos suficientes para reestructurar la Corte Suprema.
Esa propuesta necesitaba los votos de 51 diputados, de los cien que integran la Cámara, pero al final sólo 50 respaldaron la iniciativa.
El Congreso insistirá hoy en aprobar la reforma a la ley orgánica de la función judicial, que allanaría el camino para reorganizar la Corte Suprema y poner fin a la crisis.
El presidente Gutiérrez insinuó que el fracaso de las negociaciones podría deberse al supuesto interés de los grupos de oposición para repartirse los cargos de la nueva Corte Suprema.
El gobernante reiteró que busca la despolitización de la justicia que, según dijo, ha estado "secuestrada" en los últimos 20 años por los partidos tradicionales, que hoy se han coaligado en la oposición.
Aunque no precisó nombres, Gutiérrez aseguró que uno de los grupos opositores "quiere ocho magistrados y otro nueve" para apoyar las reformas de la función judicial.
El gobernante, además, calificó de "irresponsables" a las autoridades de la provincia de Pichincha por convocar a las protestas, a las que no se adherirá el fuerte gremio del transporte.
Para protegerse de los manifestantes, el Gobierno ha dispuesto que miles de policías custodien la capital, sobre todo el entorno al Palacio Presidencial de Carondelet, que hoy amaneció fuertemente resguardado con tanquetas y alambres de púas.
La policía también se desplegará en las provincias andinas de Azuay, en el sur del país, y en Chimborazo, en el centro, que también respaldan la protesta en Quito.
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