madrid. Los trabajadores de Izar salieron ayer de nuevo a la calle para protestar contra el plan de viabilidad de la SEPI para la empresa, en una nueva jornada de movilizaciones con cortes de carreteras y barricadas en Cádiz, Ferrol y Gijón, sin que se produjeran enfrentamientos con la Policía.
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, dijo en los pasillos del Congreso de los Diputados que "se avanza en distintos frentes" con el fin de alcanzar "una buena solución" para Izar.
Sin embargo, los trabajadores de los astilleros acordaron ayer en asambleas apoyar la primera de las tres nuevas jornadas de paro convocadas por los sindicatos para presionar a la SEPI a buscar una salida a la crisis de los astilleros.
Los empleados de la factoría de San Fernando cortaron durante tres horas la antigua carretera N-IV con neumáticos a los que prendieron fuego, piedras, farolas y otros objetos. Además, impidieron que el tren procedente de Puerto Real llegara a Cádiz.
Los trabajadores de Puerto Real cortaron el puente José León de Carranza, de entrada a Cádiz, para lo cual también utilizaron neumáticos ardiendo, e intentaron llegar a la torre de control situada en la mitad del puente, aunque se lo impidieron los policías.
También en Ferrol quedaron cortadas las principales vías de acceso a la ciudad, ya que mientras que los empleados de la factoría Fene interrumpieron el tráfico en el cruce de la N-651, uno de los principales accesos a la misma, otros cortaron la Autopista del Atlántico.
Estas actuaciones anularon prácticamente la entrada y salida de Ferrol, aunque la Policía Local y la Guardia Civil de tráfico desviaron a los automóviles por carreteras secundarias de la comarca.
En Gijón, unos 200 trabajadores de los astilleros cortaron el ramal ferroviario que conecta esta ciudad con León y los cuatro carriles de la Autopista Y con sendas barricadas.
En Sevilla, varios cientos de trabajadores se concentraron ante la sede del PSOE, al igual que los trabajadores de La Naval (Sestao), quienes también se desplazaron hasta la sede socialista en Bilbao.
En Cartagena, los trabajadores secundaron un paro de dos horas.
Por su parte, el presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles, se mostró ayer muy optimista tras entrevistarse en Bruselas, en secreto, con el director adjunto de Competencia de la Comisión Europea, Claude Chêne. >EFE