Los trabajadores de los astilleros públicos españoles protagonizaron ayer una nueva jornada de protestas contra el plan de la SEPI y salieron a la calle en Sevilla -donde resultaron contusionados 20 trabajadores y tres policías- y Gijón, ciudades en las que levantaron barricadas y cortaron algunas vías de tráfico.
Las protestas más intensas tuvieron lugar en Sevilla, donde los manifestantes cortaron la ronda de circunvalación SE-30 durante varios minutos antes de ser dispersados por la Policía. Fuentes del comité de empresa denunciaron que durante la acción policial algunos trabajadores resultaron heridos por el uso del material antidisturbios.
Posteriormente, los trabajadores se trasladaron a la carretera de la esclusa del puerto de Sevilla, que discurre paralela a la factoría, y cortaron el tráfico con barricadas de neumáticos incendiados.
La Delegación del Gobierno afirmó que «un grupo de incontrolados» quemó los cuadros eléctricos de la esclusa del puerto, en el río Guadalquivir, y ocasionó daños materiales que están siendo evaluados por la autoridad portuaria.
En Gijón, unos doscientos trabajadores se manifestaron por el centro de la ciudad e interrumpieron el tráfico con una barricada en la que ardieron neumáticos y una pequeña barcaza, aunque no hubo enfrentamientos con la Policía.
A las 19.00 horas comenzó una manifestación en San Fernando (Cádiz) que congregó a unas 25.000 personas, según fuentes municipales, tanto empleados de los astilleros de la provincia (Bazán, Puerto Real y Cádiz) como otros llegados desde Sevilla, acompañados en muchos casos por sus familiares.
Bajo el lema «Bazán somos todos. Bazán no se cierra», la manifestación se concentró ante la sede del ayuntamiento tras recorrer de forma pacífica las principales calles de la ciudad. Los trabajadores de los astilleros contaron con el apoyo de la corporación municipal al completo, vecinos, partidos polìticos, sindicatos, colectivos sociales y entidades ciudadanas, además de los comerciantes, que cerraron sus establecimientos para poder asistir a la convocatoria. Durante el recorido no faltaron pancartas en los edificios con frases de apoyo a los trabajadores.