El derrocado
presidente de Haití Jean Bertrand Aristide llamó ayer "a
la resistencia pacífica contra la ocupación inaceptable
para restaurar el orden constitucional" en ese país caribeño,
al tiempo que Estados Unidos reconoció que sus soldados fueron
quienes balearon a un haitiano, uno de los seis muertos durante
la manifestación del domingo.
Aristide dio una conferencia de prensa desde su exilio en la República
Centroafricana, donde se refugió el 29 de febrero. Se refirió,
especialmente, a la presencia en Haití de tropas
estadounidenses y francesas. "Sigo siendo el presidente
democráticamente elegido y en nombre de quienes me eligieron
abogo por la restauración del orden constitucional", agregó
el ex mandatario.
El ex presidente decidió pronunciarse por primera vez desde que
se marchó de Haití, y horas después de los violentos sucesos
del domingo, cuando fueron muertas seis personas, entre ellas el
periodista español Ricardo Ortega, de Antena 3, luego de
una marcha en celebración de su caída.
Al respecto, los militares de EE.UU. reconocieron ayer que ellos
fueron responsables de una de las muertes. El jefe de las
fuerzas apostadas en Haití, coronel Charles Gurganus, relató
que los infantes de marina detectaron que dos hombres armados
estaban a punto de atacarlos, y les dispararon: "Uno murió,
e ignoramos qué ocurrió con el otro", señaló.
Pero las palabras de Aristide también parecieron apuntar a la
ceremonia de ayer de asunción del presidente provisional de
Haití, cargo que recayó en el titular de la Corte Suprema,
Boniface Alexandre. Según la Constitución, ahora deberá
nombrarse un primer ministro —lo que podría ocurrir hoy—,
un nuevo gabinete, y en un plazo de 45 a 90 días llamarse a
elecciones presidenciales.
Aristide también dijo que sufrió "un secuestro político",
y añadió: "Nos prohibieron en el avión mirar por las
escotillas. Pasamos cuatro horas en escala sin saber dónde estábamos."
En tanto, el jefe de los rebeldes, Guy Philippe, uno de los
principales responsables de la resistencia que terminó con el
gobierno de Aristide, volvió a amenazar ayer con retomar las
armas, tras los episodios de violencia del domingo. Philippe
afirmó: "Pronto estaré obligado a dar la orden a las
tropas de retomar las armas que habían depuesto".
Los insurgentes dirigidos por Philippe anunciaron la semana
pasada que habían depuesto las armas tras la llegada de una
fuerza multinacional de 2.500 hombres compuesta por tropas
estadounidenses, francesas, canadienses y chilenas para ayudar a
estabilizar la situación en la nación caribeña.
Pero para Philippe, esas fuerzas internacionales no habrían
"cumplido con la promesa de desarmar a los partidarios
de Aristide y de proteger a nuestros hombres y a la población
que salió a festejar pacíficamente la caída del dictador. Los
seis muertos, las decenas de heridos, dan prueba de ello".
Por otra parte, en la zona industrial cercana al aeropuerto de
la capital de Haití, Puerto Príncipe, ayer volvieron a
producirse saqueos. Grupos de jóvenes que no superaban los
20 años de edad atacaron varios establecimientos y a los
automovilistas que ocasionalmente pasaban por el lugar. También
fueron amenazados con machetes los periodistas que fueron a
cubrir los hechos.
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