París. Los robos y saqueos de obras de arte en Irak fueron de dos tipos, espontáneos pero también organizados meticulosamente desde el exterior, según el arqueólogo McGuire Gibson, uno de los treinta expertos reunidos hoy en la UNESCO para establecer medidas de urgencia para proteger el legado iraquí.
Algunos saqueadores, "sabían donde iban", tenían "las llaves de los lugares" donde deseaban entrar e "iban directos a su objetivo", afirmó.
Estos robos, recalcó, "fueron organizados desde el extranjero" por la simple razón de que dentro de Irak no hay dinero para pagarlos, explicó en rueda de prensa Gibson, presidente de la Asociación Estadounidense para la Investigación en Bagdad.
Desde hace algunos años, las redes organizadas de tráfico de obras de arte se interesaban por el patrimonio iraquí y ahora encontraron una ocasión propicia para actuar, manifestó.
"Antes del embargo" no existían este tipo de actividades, pero luego, poco a poco, los iraquíes, para poder dar de comer a sus familias, empezaron a colaborar con los traficantes y a buscar objetos que venderles, agregó.
De hecho, añadió, "hay marchantes que dicen que pueden facilitarte" las obras prohibidas que desees y multitud de coleccionistas que estarían encantados de incluirlas en sus fondos.
En cuanto a los saqueos aleatorios, explicó Gibson, fueron llevados a cabo sobretodo por adolescentes y personas enfadadas con el régimen de Sadam, y sus botines podrían reaparecer más fácilmente.
Entre las piezas más valiosas, que, según se cree, desaparecieron durante el conflicto, citó las 80.000 tablillas de arcilla con escritura cuneiforme que estaban en la ciudad de Hatre, único sitio iraquí que figura en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Gibson se dijo convencido de que "con un esfuerzo real, si se pudiese contar con una buena policía, se podría terminar bastante rápidamente con el problema" de los saqueos perpetrados en Irak.
En la reunión se supo que el Ministerio francés de Finanzas había requisado un conjunto de piezas procedentes de la región, posiblemente de Irak, y según algunos expertos, circula el rumor de que ya se pueden comprar piezas iraquíes en Irán y en varios países europeos.
Gibson consideró que lo perdido en Irak ha sido enorme, aunque por el momento se desconoce con precisión, pues, por ejemplo, se ignora si se abrieron las cajas fuertes del también saqueado Banco Nacional de Bagdad, donde fueron trasladadas algunas valiosas piezas.
En cambio, se acaba de saber que muchos museos de arte "también han sido asaltados", entre ellos el que poseía la más bella colección de piezas mesopotámicas, explicó.
La profesora iraquí Salma El Radi, de la Universidad de Nueva York, recordó, por su parte, que desde 1958 Irak y los países de la Liga Arabe cuentan con una ley que prohíbe la exportación de sus bienes culturales.
En un comunicado conjunto, la treintena de expertos reunidos por la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) deploraron los graves daños sufridos por el patrimonio iraquí y sugirieron una lista de recomendaciones dirigidas a "todos los responsables del orden civil en Irak".
En ella, proponen que todos los museos, bibliotecas, archivos, monumentos y yacimientos sean inmediatamente vigilados; que se prohíba, también de inmediato, la exportación de objetos antiguos, obras de arte, libros y archivos, así como el comercio internacional de bienes culturales iraquíes.
Asimismo, hicieron un llamamiento para la devolución voluntaria de los bienes robados o exportados ilegalmente, pidieron que un equipo de expertos evalué la amplitud de los daños y pérdidas causados y que se hagan esfuerzos a nivel internacional para facilitar el trabajo de las instituciones culturales iraquíes.
En cuanto a las aportaciones financieras ofrecidas al Fondo Especial para el Patrimonio Cultural Iraquí creado por la UNESCO, agradecieron los 400.000 dólares aportados por Italia, única ayuda concreta recibida por el momento.
Asimismo, indicaron que Estados Unidos ha afirmado que "asume" las consecuencias derivadas del conflicto y las enormes pérdidas que han supuesto para el patrimonio iraquí.
"Suponemos que esto se traducirá en financiación, aunque por el momento no hay nada concreto", agregaron. EFE |