Cerca de cien inmigrantes lograron su objetivo de pisar suelo español después de eludir a las fuerzas auxiliares marroquíes, saltar sobre los extremos punzantes de la concertina de la valla y enfrentarse, por último, a los funcionarios españoles pertrechados de material antidisturbios.
Los saltos y las refriegas con las fuerzas de seguridad a ambos lados de la frontera se saldaron con doce subsaharianos lesionados, que fueron trasladados a los centros de salud de la ciudad autónoma con contusiones y heridas en el cuerpo.
Tan solo uno de los inmigrantes quedó ingresado en el hospital comarcal con una fractura en la muñeca. Seis guardias civiles también resultaron heridos leves durante el enfrentamiento para contener la entrada de los subsaharianos.
La mayor avalancha de la historia melillense se produjo entre las 5.30 y 6.30 horas de la madrugada. Los inmigrantes, repartidos en grupos de entre 50 y 100 individuos, intentaron entrar por dos tramos en los que la doble valla fronteriza todavía no se ha elevado de tres a seis metros. Uno se encuentra en la zona norte, entre el Río Nano y Rostrogordo, y otro en la zona sur, próximo a la frontera de Beni-Enzar.
Según la Delegación del Gobierno, los inmigrantes utilizaron gran cantidad de escaleras artesanales para ayudarse a saltar el vallado, de las que el instituto armado recogió, horas después del salto, más de 270.
La avalancha fue de tal intensidad que la concertina de espinas que corona el vallado apareció aplastada en el tramo de los Pinares de Rostrogordo, el escenario en el que se han producido 17 de las 20 avalanchas que ha sufrido Melilla en los últimos meses.
Se trata de una zona boscosa donde los inmigrantes pueden esconderse y en la que no ha comenzado el 'recrecido' de la valla. Los funcionarios españoles estaban en alerta a la espera de un salto masivo tras conocer que horas antes, sobre las 21.30 horas del lunes, las fuerzas auxiliares marroquíes había abortado el intento de más de 400 subsaharianos de llegar en masa al perímetro fronterizo.
91 ilegales en Granada
La Guardia Civil detuvo ayer en la madrugada en una playa granadina a 24 inmigrantes, uno de ellos menor de edad, que habían llegado en una embarcación e interceptó, a 12 millas de Almuñécar, otra patera en la que viajan más de 70 personas fueron trasladadas al puerto de la localidad granadina de Motril.
Fuentes del instituto armado explicaron que a las once y media de la noche las cámaras del Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) avistaron una patera a 7 millas de la Mamola (Granada) y que, dado que el mal estado de la mar hacía peligroso el abordaje, la dejaron llegar a tierra, donde fueron detenidos sus 24 ocupantes.
La otra embarcación fue interceptada ayer por la mañana a las 6.30 horas por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil que, por el gran número de personas que viajaban a bordo, alertó a Salvamento Marítimo, y este a su vez envió al lugar al equipo de la salvamar 'Mirfak', que trasladó a los inmigrantes al puerto de Motril.