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Miércoles, 31 de agosto de 2005
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NACIONAL
EDICIÓN IMPRESA - Nacional
La Guardia Civil abre una investigación interna para aclarar la muerte de un camerunés en zona marroquí
Los funcionarios hicieron uso «abundante» de material antidisturbios; la policía alauí informó del hallazgo del cadáver más de 24 horas después de la avalancha
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L. SEBASTIÁN / C. MORCILLO

MELILLA/MADRID. La Guardia Civil ha abierto una investigación interna para esclarecer cómo murió un camerunés tras la avalancha de subsaharianos que se produjo el domingo por la noche en el perímetro fronterizo de Melilla cuando 300 inmigrantes intentaron saltar la valla desde Marruecos. Casi 24 horas después, la Gendarmería marroquí informó a las autoridades españolas de esta muerte -el cadáver se halló al otro lado de la frontera- que había sido denunciada por los propios «sin papeles» a una ONG melillense.

No obstante, la Delegación del Gobierno de la Ciudad Autónoma aseguró ayer en un comunicado que «no hay constancia, hasta el momento, de ningún indicio que permita establecer relación» entre la actuación de la Guardia Civil durante el intento de entrada masiva de inmigrantes en la ciudad y la muerte de uno de ellos. Esa fue la conclusión a la que se llegó tras una reunión celebrada entre los responsables de la Comandancia de Melilla y los mandos de la Gendarmería marroquí, encargada de la investigación.

Fuentes del Instituto Armado consultadas por ABC no descartan que la víctima pudiera haber resultado herida durante el enfrentamiento entre los agentes -que utilizaron «abundante» material antidisturbios, incluidas pelotas de goma y porras- y los inmigrantes, y fuera rechazada junto con el grueso del grupo, que no logró su objetivo de alcanzar territorio español mediante un centenar de rudimentarias escaleras.

Sin embargo, los funcionarios sólo tuvieron conocimiento de esta muerte cuando un grupo de subsaharianos condujo el cadáver del camerunés el lunes por la tarde junto a la valla fronteriza, en la zona marroquí. Allí se encontraba también un agente alauí. Más tarde, entre las ocho y las diez y media de la noche, los guardias civiles vieron cómo se concentraban coches policiales, una ambulancia -que se llevó el cuerpo- y gendarmes.

Ofrecen colaboración a Rabat

La Guardia Civil ha ofrecido colaboración a Rabat para aclarar lo sucedido, según confirmó el Ministerio del Interior, mientras se esperan los resultados de la autopsia que se le practicará al cadáver en Nador.

Esta muerte llevó ayer a varias ONG a reclamar una investigación de la actuación de los agentes, a los que los inmigrantes acusan del fallecimiento del subsahariano, y al grupo CIU a solicitar la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, José Antonio Alonso.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Melilla, José Fernández Chacón, explicó que hay diversas «conjeturas» sobre cómo falleció el inmigrante. Señaló que un grupo de subsaharianos se acercó el lunes al vallado fronterizo con una camilla en la que portaban el cadáver de un hombre. Un facultativo de Médicos Sin Fronteras (MSF), que trabaja en la zona marroquí, aseguró que en el hospital de Nador varios policías ingresaron a cinco heridos y un cadáver, sin heridas de bala, aunque no pudo confirmar si estos indocumentados habían resultado lesionados en el enfrentamiento pese a la coincidencia de horas, informa Efe.

Según SOS Racismo, la Guardia Civil golpeó al camerunés «hasta que no se levantó» y después los agentes abrieron la alambrada y «deportaron a todo el grupo a Marruecos, junto al cuerpo» de la víctima.

Grupos Rurales de Seguridad

En la segunda avalancha registrada en 48 horas, diez guardias civiles resultaron heridos de distinta consideración al repeler a los los inmigrantes subsaharianos. La Policía marroquí detuvo a 87 de los «sin papeles» que intentaron alcanzar territorio español. Según el Instituto Armado, los inmigrantes actuaron «coordinados y sincronizados, en grupos fraccionados» en su intento de saltar las vallas de forma «masiva».

La contención de los inmigrantes la llevaron a cabo las unidades de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) que la Guardia Civil tiene desplazadas en la Ciudad Autónoma. Estas unidades son las únicas que tienen autorización para emplear material antidisturbios.