madrid. Cinco inmigrantes subsaharianos murieron ayer por disparos de bala y postas marroquíes, según la investigación española, al participar en un asalto masivo a la verja que separa Ceuta de Marruecos. Ante la sucesión de avalanchas y los trágicos sucesos de ayer, 720 soldados del Ejército español comenzaron a colaborar en el control del vallado fronterizo de las dos ciudades autónomas.
El dramático resultado de este nuevo intento de saltar la valla, en el que participaron unos 600 inmigrantes, fue de dos cadáveres en territorio español y de tres en el marroquí. Además, Médicos Sin Fronteras denunció que entre los fallecidos en el lado marroquí hay un bebé, pero esta información no fue confirmada por fuentes oficiales de Marruecos o de España, que investigarán conjuntamente el incidente.
Ante el refuerzo de la vigilancia en la valla de Melilla, los inmigrantes subsaharianos, que desde hace semanas intentaban pasar a España, optaron por tratar de acceder de madrugada por el único lugar de la verja de Ceuta que todavía es de tres metros de altura. Los 35 agentes que custodiaban la valla se vieron desbordados por la avalancha de inmigrantes, que por primera asaltaban de forma masiva la verja de Ceuta, por lo que requirieron la colaboración de la Policía Local, que empleó también material antidisturbios. De todos los inmigrantes que participaron en el salto, de nuevo ayudados por rudimentarias escaleras construidas con madera, 163 lograron superar el doble vallado y al menos 102 fueron atendidos en centros hospitalarios, la mayoría con heridas leves.
Todos los ilegales que consiguieron entrar en Ceuta fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), ya desbordado por los centenares de subsaharianos que han participado en las sucesivas oleadas de asaltos a la valla de Melilla, donde ayer mismo fue abortado un nuevo intento, protagonizado esta vez por unas 300 personas.
Para evitar el asalto, Marruecos realizó una espectacular exhibición de fuerza, coincidiendo con la cumbre hispano-marroquí que se celebra en Córdoba, y desplegó medio millar de agentes y tres helicópteros. En la operación, los agentes practicaron 220 detenciones, lo que, según el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, "ha aliviado extraordinariamente la presión".
Tras estos sucesos, el Gobierno hizo pública su decisión, adoptada en un reunión de urgencia convocada por Zapatero el miércoles por la noche, de desplegar casi medio millar de soldados en la frontera con Marruecos. En concreto, serán cuatro las compañías -dos de legionarios en Ceuta, y una de regulares y otra de legionarios en Melilla- las que desarrollarán labores de vigilancia bajo mando de la Guardia Civil, y con la orden de no disparar.
1.600 agentes marroquíes La misión, avalada por la nueva Ley de Defensa, es similar a la desarrollada por el Ejército durante varios meses de 1996 en Ceuta, cuando prestaron su ayuda a la Guardia Civil para efectuar patrullas por la zona ante la previsión de disturbios.
Marruecos, por su parte, ha enviado 1.000 efectivos adicionales de las fuerzas de seguridad a Melilla y otros 600 a Ceuta. >D.N.