México: violentos enfrentamientos en la ciudad de Oaxaca
OAXACA. ANSA, AP Y AFP
El clima de violencia recrudeció este fin de semana en la ciudad mexicana de Oaxaca, donde la policía reprimió con dureza las manifestaciones de los pobladores que desde hace seis meses reclaman la renuncia del gobernador Ulises Ruiz. Los enfrentamientos habrían dejado, según cifras no confirmadas oficialmente, seis muertos, un centenar de heridos y 160 detenidos.
La plaza principal de Oaxaca amaneció ayer blindada con contenedores de basura, alambres de púa y tanquetas de agua, después de que el sábado a última hora se registraron fuertes choques entre policías y opositores del gobierno del estado. Ayer, un grupo de manifestantes incendió otro edificio en esa ciudad colonial, después de quemar vehículos y oficinas del gobierno, y dañar hoteles.
Los manifestantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), la organización social y gremial que lleva adelante una huelga y reclama la renuncia de Ruiz a quien acusan de brutalidad, corrupción y fraude electoral lanzaron piedras, petardos y bombas de gasolina contra policías federales, y trataron de cercar a los agentes que resguardan la plaza principal.
Los agentes respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua . En una declaración de prensa, la Policía dijo que 152 personas fueron detenidas y cuatro policías y varios peatones resultaron lesionados. Pero no habló de muertos.
Fuentes extraoficiales afirmaron que los heridos eran casi un centenar. Según la agencia de noticias ANSA, seis personas murieron en los incidentes, pero la cifra no pudo ser confirmada.
Según la Policía y algunos testigos, grupos de jóvenes enmascarados se separaron de la marcha de casi 4.000 personas el sábado y arrojaron bombas molotov.
Los bomberos controlaron los incendios, pero las llamas destruyeron las oficinas judiciales de uno de los edificios coloniales de la ciudad. Ayer fue quemada una dependencia impositiva.
La Policía federal, que hace un mes fue enviada a Oaxaca, en el empobrecido sur del país, para colaborar con la Policía local, afirmó ayer que patrullaría esa ciudad en busca de los responsables de lo que calificó como "ataques directos" en su contra.
El cuestionado gobernador Ruiz, fuertemente custodiado, recorrió ayer por tierra y aire la zona del centro histórico de la ciudad, de donde fueron desalojados los manifestantes. En una de sus primera presentaciones públicas en la capital estatal desde el inicio de las protestas en mayo, prometió que serán castigados los responsables y que serán retiradas las barricadas que los manifestantes mantienen en algunas partes de la ciudad. "No queremos más provocadores", alertó.
La dirigencia de la APPO, a su vez, negó haber ejercido cualquier agresión y llamó a "reorganizarse" para encontrar otro lugar desde donde manifestarse.