Calderón ya inició negociaciones en Oaxaca, en el sur de México
Claudio Mario Aliscioni OAXACA, MEXICO .ENVIADO ESPECIAL
No lo ha informado aún oficialmente, pero el gobierno de Felipe Calderón ya inició negociaciones con representantes de los grupos sociales que mantienen en estado de virtual rebelión a Oaxaca desde mayo pasado, cuando una huelga de sus 70.000 maestros demandó la renuncia del gobernador estatal, Ulises Ruiz, tras acusarlo de fraude y corrupción.
El inicio de las gestiones es un asunto de vital importancia para ambas partes. En el caso de Calderón, una solución al levantamiento de Oaxaca que ocupa a la prensa en sus páginas centrales y atrae la atención de todo el país redundaría en una gran legitimación para líder conservador. El presidente busca iniciar su gestión con gestos de autoridad tras su victoria en la elección del 2 de julio último con apenas el 0,56% de los votos, acusaciones de fraude y una accidentada ceremonia de jura en el Congreso, el viernes pasado, cuyos tramos previos incluyeron vergonzosas escenas de pugilato entre legisladores de su agrupación y las del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que no lo reconoce como mandatario legítimo.
Pero también aportaría oxígeno a los maestros y dirigentes agrupados en la Asamblea Popular por los Pueblos de Oaxaca (APPO), que hasta hace una semana mantuvieron durante siete meses en un virtual sitio a la capital de este Estado sureño, uno de los dos más pobres del país y con grandes índices de corrupción en sus instituciones.
"Tenemos nuestra disposición al encuentro y plantearemos nuestras demandas al nuevo gobierno", dijo a Clarín Florentino López, vocero de la APPO, confirmando las gestiones. Flavio Sosa, miembro del Consejo Estatal de la APPO, sostuvo además que el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruíz García estaba mediando con la nueva administración de Calderón. Pero el padre Wilfredo Mayren Pelaez, cercano al diálogo, lo negó. "Las gestiones no incluyen mediaciones. Es algo más directo y a nivel de la nueva Secretaria de Gobernación", comentó a este enviado.
Desde el lado del gobierno local, allegados al presidente del Parlamento de Oaxaca, Bulnaro Rito, informaron a Clarín que la ronda de contactos estaba agendada para las 13 de ayer, en el Distrito Federal. Fuentes del gobierno nacional aceptaron que el encuentro se decidió la semana pasada, antes de la asunción de Calderón.
La puerta al diálogo parece abrirse cuando el conflicto entró en un cono de sombras. Hay unos 4.000 efectivos de la Policía Federal, que fueron desplegados en sitios estratégicos de esta capital desde el 28 de octubre. Los uniformados desarmaron cientos de barricadas que la APPO y los docentes habían plantado durante siete meses en torno de edificios oficiales y lograron recobrar el control de la ciudad. En ese lapso, los parlamentarios debieron legislar en casas privadas y el gobernador Ruiz sólo pudo gobernar por teléfono desde fuera del Estado. Hubo violentos incidentes con la quema de unos 50 ómnibus de pasajeros y de varios inmuebles como el Palacio de Justicia, la Secretaría de Turismo y el Teatro Juárez.
Debido a que el clima de tensión persiste, muchos temen que vuelva la violencia, que ya costó la vida de al menos 17 personas, según cifras oficiales y privadas.
El 30 de octubre, el 95% de los maestros volvió a dar clases al 1,5 millón de alumnos tras haber logrado que se atendiera buena parte de sus reivindicaciones laborales. Pero, de acuerdo con las fuentes consultadas por este enviado, eso no significa que el magisterio se haya retirado del conflicto pues aún mantienen en la APPO a sus 74 delegados. Ahora, la preocupación docente también pasa por recuperar a sus colegas detenidos más de cien, según afirman desde la llegada de la Policía Federal. Ante ello, Daniel Rosas, portavoz oficial del sindicato docente, vuelve a pedir la cabeza del gobernador y afirma que el conflicto aún no ha terminado.
Pese a las expectativas de diálogo, su posición permite imaginar la disputa que viene. Ante una consulta de Clarín, fue categórico: "No sé qué quiere el gobierno de Calderón con Ruiz dijo. Pero para nosotros, ese señor se tiene que ir".