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EXPANSIÓN DE LAS PROTESTAS EN LATINOAMÉRICA Revuelta popular en Nicaragua contra Bolaños
• El presidente, agredido por la multitud, afirma que acabará su mandato
TONI CANO MÉXICO
Sólo un proceso de diálogo iniciado a última hora de ayer en Nicaragua puede acabar con el violento movimiento de protesta y el cerco político contra el presidente nicaragüense, Enrique Bolaños, que llegó a ser apedreado el martes por los manifestantes, tras dos días de revuelta estudiantil y popular por la subida de los precios del transporte y de los productos básicos. El Congreso instó al presidente a controlar la violencia o a renunciar al cargo. Bolaños aseguró que en este país centroamericano no ocurrirá "lo que en Ecuador", que no será destituido y que seguirá "en el puesto hasta el fin del periodo presidencial", el año que viene. Las manifestaciones convocadas desde el pasado lunes por organizaciones estudiantiles, transportistas y sindicatos ligados al opositor Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se transformaron en enfrentamientos con la policía que provocaron decenas de heridos y detenidos. Enrique Bolaños, de 76 años, decidió salir de la residencia presidencial para "escuchar a los manifestantes". El gobernante y varios de sus ministros fueron recibidos con un abucheo acompañado de piedras, bolsas de agua y todos tipo de objetos, uno de los cuales hirió en la cabeza a su hijo, de su mismo nombre, empresario residente en Estados Unidos.
EXTRAÑOS ALIADOS "Me tuve que retirar porque no había con quien hablar, sólo pandilleros, porque los líderes de la demostración estaban escondidos detrás de las turbas", dijo el presidente, que acusó a los sandinistas y a la alcaldía de Managua de agitar la protesta. El aliado político del FSLN es ahora el derechista Partido Liberal Constitucional (PLC), del expresidente Arnoldo Alemán, encarcelado por corrupción. Ambos partidos piden una reforma de la Constitución para transferir al Parlamento diversas prerrogativas presidenciales. Según varios analistas nicaragüenses, el Frente quiere fortalecerse cara a las elecciones del año que viene, mientras los liberales aspiran a lograr una amnistía que libere a Alemán. Por eso, Enrique Bolaños consideró que "en Nicaragua ocurre todo lo contrario que en Ecuador", ya que Alemán sí cumple una condena, aunque "en su casa, debido a su estado de salud". "El expresidente Daniel Ortega (sandinista) quiere sacarlo libre pero quiere que yo, como presidente, pague el coste de su salida. Ahí sí me caería lo que le cayó al presidente Gutiérrez", dijo.
Noticia publicada en la página 15 de la edición de 4/28/2005 de El Periódico - edición impresa. Para ver la página completa, descargue el archivo en formato PDF
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