Al menos cinco personas han muerto y una veintena han resultado heridas tras una atentado suicida en una mezquita chií de Karachi (sur de Pakistán), según informó la Policía de este país. Entre los muertos se encuentran los autores del ataque y un policía.
La explosión, provocada por una bomba, se produjo durante los rezos de la tarde en la mezquita de Madinatul Ilm Imambargah, en el este de Karachi, según ha informado Asif Ijaz, un responsable policial de la ciudad.
Tres supuestos atacantes abrieron fuego contra un agente de la Policía que vigilaba la entrada de la mezquita, al que mataron. A su vez, otro agente que estaba de servicio cerca del lugar, disparó y quitó la vida a dos de los atacantes. El tercer asaltante murió tras hacer detonar los explosivos dentro de la mezquita.
Tras el ataque, cerca de 1.000 chiíes enfurecidos quemaron una decena de vehículos, un restaurante de comida rápida KFC y ocho tiendas cercanas a la mezquita, indicó un portavoz de Policía de Karachi. Dos transformadores de electricidad también fueron prendidos fuego, provocando que la mezquita y el vecindario quedaran a oscuras.
Este atentando no es el único que se ha producido en los últimos días. El pasado viernes, un atentado contra otro santuario musulmán a las afueras de Islamabad (la capital de Pakistán) dejo al menos 17 muertos y 70 heridos, según confirmó el ministro de Información, el jeque Rashid Ahmed.
La acción terrorista tuvo lugar a primera hora de la mañana, cuando miles de fieles suníes y chiíes recitaban el Corán en el templo de Bari Imam Shah, situado en el pueblo de Nurpur Shah, a las afueras de Islamabad, donde ese día terminaba una celebración religiosa con motivo del patrón de la ciudad.
En este país se dan frecuentes enfrentamientos entre las comunidades chií y suní. Las disputas se agudizaron desde que Pakistán se unió a la guerra contra el terrorismo liderada por Estados Unidos tras los atentados 11 de septiembre del 2001, en los que murieron 3.000 personas.