Por Marco Aquino
LIMA, mayo 24 (Reuters) - El impopular presidente peruano,
Alejandro Toledo, dijo el lunes que no permitirá el desorden en
el país, sacudido por protestas casi a diario por demandas de
mejoras sociales y el rechazo a algunas autoridades locales.
Las protestas --las más violentas están en Puno, en el
sudeste de Perú, y en Tingo María, en el centro del país-- han
empujado al gobierno a evaluar decretar zonas de emergencia y
darle poder a los militares para resguardar el orden en las
calles.
"Van a tener noticias del presidente pronto. pero lo que les
puedo decir es que orden y disciplina son elementos claves de una
democracia", dijo Toledo a los periodistas.
"No vamos a permitir el desorden o el caos", agregó en tono
enérgico, después de asistir a la ceremonia por el aniversario de
la Comunidad Andina de Naciones, con sede en Lima.
Perú registra protestas desde hace un mes por demandas
sociales y contra el gobierno de Toledo, cuya gestión es
desaprobada por el 91% de los peruanos porque no
sienten que cumple con sus promesas de reducir la pobreza y crear
más empleos y por las acusaciones de corrupción en su gobierno.
Además, un 56% de los peruanos exige ahora su
renuncia para salir de la crisis política, según una encuesta.
Toledo, quien asumió al gobierno en julio del 2001 para un
período de cinco años, dijo que el domingo la policía y las
fuerzas armadas actuaron juntos para desbloquear una carretera
que une la ciudad selvática de Tingo María con las zonas
aledañas.
En Tingo María, miles de campesinos protestan contra un plan
del gobierno --apoyado por Estados Unidos-- para erradicar el
cultivo de hoja de coca, base para producir cocaína, de la cual
Perú es el segundo mayor productor en el mundo.
OPOSICION AL ACECHO
Otros miles de cocaleros se encuentran en Lima y realizan
esporádicas marchas en las calles, reclamando que se cumpla la
promesa que Toledo les hizo el año pasado de darles mercados y
cultivos alternativos a la hoja de coca.
En Puno, en la localidad de Ilave --en la frontera con
Bolivia--, miles de campesinos protestan contra las nuevas
autoridades que reemplazaron a su anterior alcalde, linchado y
asesinado por los pobladores tras ser acusado de corrupción.
El domingo, un violento enfrentamiento con la policía, en su
intento por despejar un puente que une a Perú y Bolivia, dejó
decenas de heridos y detenidos, según el ministro de Interior.
Mientras tanto, la oposición ha lanzado fuertes críticas
contra el gobierno y algunos han comenzado a reclamar la renuncia
de Toledo o cambio del actual gabinete.
El ex presidente Alan García, líder del mayor partido
opositor en el Congreso y considerado un futuro candidato
presidencial, afirmó que Toledo "firmaría su sentencia" si no
conforma un nuevo gabinete con ministros independientes.
García, el ex presidente Valentín Paniagua y la líder del
segundo partido opositor, Lourdes Flores, se reunieron con Toledo
el fin de semana y pidieron cambios en su gabinete.
"Yo escucho a todos, intercambiamos las ideas, (pero) el que
gobierna soy yo", afirmó tajantemente Toledo.
Las protestas contrastan con el buen desempeño económico del
país, que creció 4,0% en el 2003 y prevé otra cifra
similar en el 2004, una de las tasas más altas de Latinoamérica.
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