Están en calidad de citados porque no fueron detenidos en flagrante delito. Envían 120 policías de Cusco para que garanticen retorno de la calma en la ciudad
Bajo la premisa de que una persona no puede ser detenida si no es hallada en flagrante delito, ayer se dispuso la libertad de las seis personas detenidas durante los actos de violencia protagonizados el pasado martes por seis mil pobladores de Abancay. La liberación de estas personas fue ordenada por el fiscal de turno de Abancay, Rubén Salas Linaytan.
Ellos permanecerán en calidad de citados mientras duren las investigaciones que determinarán quiénes son los responsables de los disturbios . En la lista de citados también figuran unos tres menores de edad, detenidos en las inmediaciones del lugar donde ocurrieron los actos vandálicos. Han sido entregados a sus padres.
Se deberá realizar una exhaustiva revisión del material gráfico para determinar la responsabilidad de los seis implicados hasta el momento. Por su parte, Carroll Dale Salinas, presidente de la Comisión Organizadora de la Universidad Nacional Micaela Bastidas (Unamba), negó las versiones que lo sindican como dirigente de los universitarios que protagonizaron actos violentos en las calles.
Ayer, en comunicación telefónica con este Diario, negó tales acusaciones. "La universidad y mi persona, en calidad de autoridad universitaria, rechazamos todo acto violento y promovemos la cultura de paz", señaló Dale, quien dijo que participó en la marcha del martes porque la Unamba iba a ser afectada con el infructuoso intento de la presidente regional Rosa Suárez de desviar recursos de la región ya presupuestados. Mientras se busca a los responsables del caos, las actividades en Abancay se normalizan poco a poco, bajo la vigilancia de unos 120 policías que llegaron del Cusco para reforzar la seguridad de la zona. Ayer los locales públicos y privados abrieron sus puertas.
La calma, aunque tensa en las calles, contrastó, sin embargo, con lo que se vive en el Hospital Regional de Apurímac, en donde permanecen graves Dani Valer Bacilio, Cirilo Tuero Alarcón y Wilmar Canchiua Robles, con heridas de bala en la columna, la cabeza y la cara, respectivamente.
MÁS HERIDOS
También siguen hospitalizados los estudiantes Rudy Mejía Ochoa y Birke Padilla Sierra, quienes se reponen de las heridas de bala que sufrieran ambos en las piernas. En un ambiente contiguo, se recuperan de las pedradas, los policías Juan Chuchi Mamani y Fidel Montesinos Contreras.
En una reunión a la que asistieron representantes de la Defensoría del Pueblo, Iglesia Católica, la PNP y los estudiantes universitarios se concluyó que infiltrados en la marcha habrían incitado al desborde de la violencia.
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