Seis muertos en jornada de paro en República Dominicana
SANTO DOMINGO (Reuters) - Al menos seis personas murieron y más de una veintena resultaron heridas de bala el martes en República Dominicana, a raíz de la violencia callejera que acompañó una jornada nacional de paro contra la política económica del gobierno.
La violencia - que incluyó enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, saqueos de comercios, incendios de locales políticos y otros incidentes - recrudeció al caer la noche en medio de apagones en diversas partes del país, dijeron las autoridades y los medios de comunicación.
La primera víctima mortal se produjo por la mañana, cuando un vendedor de frutas identificado como Alberto Aquino Marte, de 22 años, murió de un disparo en el sector de Capotillo, en la periferia norte de Santo Domingo, cuando se dirigía a su casa y se vio envuelto en un enfrentamiento entre soldados y manifestantes, dijeron testigos.
Las autoridades confirmaron otras dos muertes en las ciudades de Bonao e Higuey, en el norte y este del país, respectivamente, donde la Policía y el ejercito reprimieron con disparos de armas automáticas y escopetas las protestas callejeras.
Otro joven, identificado como David Pérez Vázquez, murió al recibir un balazo en la cabeza cuando la Policía trataba de frenar los saqueos en la norteña ciudad de Santiago, dijeron fuentes sindicales.
Al caer la noche se recrudecieron los incidentes en Santo Domingo y otras ciudades, y según informaciones de los medios locales, una persona murió en un barrio del este de la capital y otra en La Vega, unos 120 kilómetros al norte.
Emisoras de radio locales informaron de más de una veintena de heridos de bala, incluyendo un sargento de la Policía y un cabo del ejército, durante los enfrentamientos con manifestantes en las ciudades de Santiago, Navarrete, Licey al Medio, Salcedo, Barahona, San Pedro de Macorís, Puerto Plata, Higuey y Santo Domingo.
En el marco de las acciones violentas fue incendiado el local del gobernante Partido Revolucionario Dominicano en Azua, en el sur del país, y automóviles y autobuses resultaron con los cristales destruidos a causa de pedreas, mostró la televisión.
Las autoridades dijeron que más de 600 personas fueron detenidas en todo el país, mientras portavoces de la Coordinadora de Unidad y Lucha, que convocó el paro de 24 horas, aseguró que 135 de sus activistas y dirigentes habían sido arrestados.
La protesta fue convocada contra la política económica del gobierno, los altos precios de los alimentos, los combustibles y los servicios, además de los prolongados apagones de hasta 15 horas de duración. En la víspera de la protesta los apagones se sintieron con fuerza en diversos puntos del país.
El paro coincidió con la reanudación de las conversaciones esta semana entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional, respecto a un préstamo de contingencia por 600 millones de dólares a dos años.
El FMI acordó respaldar a la República Dominicana después de que la quiebra del banco Baninter condujera a una grave crisis económica.
Ramón Pérez, portavoz del grupo que convocó el paro, dijo que la protesta había sido un éxito, pero denunció persecuciones y acciones represivas contra quienes respaldaron la medida.
"Estamos evaluando la situación, pero todos los datos que tenemos indican que el pueblo nos ha respaldado", dijo Pérez.
El presidente del país Hipólito Mejía convocó a los jefes de las Fuerzas Armadas, de la Policía y de los organismos de seguridad del Estado, pero al final del encuentro no hubo declaraciones a la prensa.
El paro se cumplió prácticamente en todo el país, el comercio cerró sus puertas, el transporte público urbano e interurbano estaba virtualmente paralizado y en las escuelas no hubo clases porque los padres no enviaron a sus hijos.
Mejía hico un llamamiento a la calma y el orden, reconociendo el derecho a manifestarse: "Yo sé que hay causas más que justificadas para protestar, porque estamos encarando problemas muy serios que no dependen de nosotros, sino de factores externos".
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