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Dolientes. Familiares acompañan los restos
de Melvin. Foto EDH/Arturo Silva |
Alejandra Dimas
El Diario de Hoy
nacional@elsalvador.com
Los restos de Melvin Cruz Rodríguez, quien murió debido
al impacto de bala que recibió durante los disturbios del pasado
martes en la Calle Delgado, yacían dentro de un féretro
gris.
Un ramo de gladiolas color naranja y unos crisantemos blancos envueltos
en páginas de periódico, fueron colocados sobre el ataúd.
El cuerpo del muchacho, quien tenía diecinueve años, era
velado en la iglesia evangélica Eben Ezer, ubicada en la colonia
Santa Lucía, al norte de Apopa.
Su madre, Candelaria Rodríguez, familiares y amigos acompañaban
el féretro.
Con lágrimas en sus ojos, doña Candelaria aclaró
que su hijo no era vendedor y sostuvo que él no participaba en
la protesta del martes, cuando fue alcanzado por un disparo que le atravesó
el corazón.
Él andaba trabajando y fue con el jefe a estampar unas camisas.
La desgracia fue que pasaron por allí cuando empezó la balacera.
Todos se refugiaron y mi hermano ya estaba boca abajo, lo subieron a un
taxi, pero no respondió, manifestó Marisela Cruz,
hermana de la víctima.
Melvin trabajaba desde hacía dos meses en una imprenta. Doña
Candelaria recordó con la voz entre cortada cómo, cada tarde,
su hijo le relataba acerca de las técnicas que aprendía
en el trabajo.
Platicaba conmigo y me contaba de los materiales que conocía,
los papeles y me decía que podía resinar y usar la máquina
para cortar papel", detalló la desconsolada madre.
Aseguró que interpondrá una denuncia ante las instituciones
correspondientes para que investiguen los incidentes.
Los restos serán sepultados hoy por la tarde en el cementerio de
Apopa.
Único muerto
Por otro lado, autoridades del Hospital Rosales aclararon que Melvin es
la única víctima mortal de los hechos violentos ocurridos
el martes.
Según empleados de la unidad de comunicaciones, hubo una confusión,
ya que una patrulla trasladó a dos heridos casi al mismo tiempo
que ingresó Melvin y se dijo que eran tres los muertos.