Caos en Timor Oriental
La Organización de Naciones Unidas, ONU, ordenó la evacuación de gran parte de sus trabajadores de Timor Oriental ante la ola de violencia que afecta a ese país.

Milicias civiles armadas con pistolas y machetes se tomaron las calles en el sur de la capital, Dili, incendiando numerosas viviendas que no estaban protegidas por las fuerzas internacionales.

El ataque provocó un éxodo de residentes aterrorizados.

Cientos de personas salieron corriendo de sus casas para buscar protección en iglesias y embajadas, mientras soldados australianos que se movilizaban en tanques intentaban restaurar el orden.

El primer ministro del país, Mari Alkatiri, acusó al presidente Xanana Gusmao de planear un golpe de Estado.

Desplazados

El conflicto -que incluye tensiones políticas y étnicas- ha provocado que miles de personas abandonen sus hogares.

Las tropas australianas recibirán nuevos refuerzos en los próximos días, y también llegaran efectivos provenientes de Malasia, Nueva Zelanda y Portugal.

Los enfrentamientos armados de las últimas semanas entre soldados expulsados del ejército y las fuerzas de seguridad han dejado un saldo de al menos 20 víctimas fatales.

El conflicto estalló en marzo cuando las fuerzas armadas despidieron por insubordinación a unos 600 militares que protagonizaban una huelga de hambre.

Los ex soldados organizaron manifestaciones y a los pocos días la violencia se apoderó de las calles.

Timor Oriental, un país con cerca de 1 millón de habitantes, consiguió su total independencia de Indonesia hace apenas cuatro años.

El país sufre desempleo crónico y cerca del 40% de la población vive por debajo de la línea de pobreza.